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Cultura Financiera - 26 de Junio 2020
La educación financiera es una de las herramientas más valiosas que se puede transmitir a los niños desde corta edad para que aprendan el significado del ahorro y los resultados que se obtienen al convertirlo en un hábito cotidiano.
Si bien es cierto que los niños aprenden por imitación de sus padres, es muy probable que a largo plazo replicarán el modelo de economía familiar que observen en casa. Sin duda, tomar la iniciativa e inculcarles el valor del dinero a los más pequeños será un beneficio para su futuro.
Darles información valiosa a través de sencillas dinámicas los hará comprender el valor del dinero y que no es un recurso ilimitado que se obtiene al abrir la cartera o utilizando un plástico, es indispensable que aprendan el proceso que conlleva sin que se convierta en un tema difícil de entender para ellos.
¿Qué es el ahorro?
La lección más importante que aprenderán es que ahorrar exitosamente no significa guardar todo el dinero que obtengan o el que sobra luego de comprar algo, sino destinar una parte de su ingreso mensual (llámese domingo o regalo) para planes o compras que deseen hacer a futuro como algún juguete o videojuego. Lo recomendable al recibir un ingreso es gastar el 50% en gastos básicos y de supervivencia, destinar el 30% a gastos personales y el otro 20% al ahorro.
Ingresos propios
La mejor forma de saber manejar el dinero es obteniéndolo. Un gran ejercicio para cumplir con este objetivo es otorgar una mesada o “domingo”, sin embargo, también es importante enfatizar la importancia del esfuerzo para ganarlo. Por ello, se recomienda otorgarlo a cambio de pequeñas tareas domésticas de acuerdo con la edad y contexto de cada niño.
Priorizar, pensar y luego gastar
Es indispensable que aprendan a distinguir entre necesidades, gustos y caprichos. Luego de explicarles estos conceptos pueden ejercitarlos a través de listas de cosas que desean comprar, para que identifiquen qué tipo de gasto es y tomen decisiones sabias de consumo.
Planeación de presupuesto
Para controlar mejor el uso de las finanzas, es necesario hacer un registro sencillo que permita anotar el dinero que entra y sale de su caja de ahorro, y hacer un pequeño balance al iniciar y finalizar la semana. De este modo podrán calcular con exactitud su gasto mensual y la cantidad que deben ahorrar para sus gastos a futuro.
La educación financiera es un hábito complicado de adquirir, pero si se inculca desde la infancia, estas prácticas se adaptarán a la cotidianidad de cada persona para tomar decisiones financieras inteligentes.
