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Cultura Financiera - 29 de junio 2021
La crisis económica derivada por el virus de COVID-19, ha provocado en las empresas estragos innegables que han dificultado sus operaciones, llevándolas a la quiebra en muchos casos. Tan solo la suspensión de labores de más de un millón de empresas mexicanas pertenecientes a sectores no esenciales, provocó que la liquidez de estas se mermara, y el acceso a financiamientos bancarios para superar dicha problemática se dificultara.
Es bien sabido que no basta que las empresas tengan buena facturación e incrementos en sus utilidades; la liquidez y el flujo de efectivo para hacer frente a las obligaciones financieras es indispensable. Para ello, existe una alternativa llamada retro arrendamiento o sale and lease back que, en tiempos de crisis, ha demostrado gran efectividad.
El retro arrendamiento consta de una doble operación, en la cual se realiza una venta de activos por parte de una empresa, para luego arrendarlo a mediano o largo plazo. Esto se traducirá en la liquidez necesaria para que la compañía haga frente a sus compromisos, mientras continúa haciendo uso de la propiedad arrendada sin arriesgar sus operaciones..
Además, la empresa arrendataria cuenta con la posibilidad de recomprar el bien a un precio determinado luego de que el contrato de arrendamiento venza o considerar otras opciones más viables para la operación de la compañía. En este caso, es necesario que la empresa arrendataria renuncie a la compra del bien arrendado o la transmita a un tercero.
Por su parte, la arrendadora también recibe beneficios al obtener una óptima rentabilidad por su inversión en el activo adquirido, permitiéndole recuperar su inversión a largo plazo y reducir el costo de inyección de liquidez. Además, en cuestiones fiscales, la empresa arrendataria será responsable de amortizar el gasto de acuerdo con los valores de transmisión del impuesto correspondiente.
De este modo, el retro arrendamiento o sale and lease back puede funcionar como una alternativa perfectamente funcional para recuperar la liquidez de las empresas sin adquirir deudas o buscar aportaciones de socios o inversionistas en el capital contable de la compañía.
Es importante resaltar que, para que el proceso sea exitoso, los contratos estipulados deben formalizarse siempre en el marco de la legalidad, disminuyendo de este modo el riesgo de que existan inconsistencias en la negociación que generen pérdidas para cualquiera de las partes involucradas.
Para lograrlo exitosamente y generar beneficios asequibles, siempre se recomienda acercarse a expertos que guíen el proceso de forma adecuada sin contratiempos durante la vigencia del contrato.
