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Cultura Financiera - 26 de agosto 2021
Sin duda, uno de los indicadores más importantes en la economía de cualquier país es la inflación, que consiste en el aumento generalizado de precios en los bienes y servicios de cualquier nación. Este elemento impacta anualmente en el bienestar de los hogares, no solo en los gastos, sino también en los ingresos.
Por esta razón, es recomendable considerar la inflación en la planeación financiera establecida; y es que, con estos aumentos es común que se tenga acceso a menores cantidades de bienes y servicios o las cuentas se eleven en todos los rubros, lo cual en la mayoría de los casos solo se hace visible al pagar los gastos.
Además, hay efectos adversos en las tasas de interés, ya que son utilizadas por los Bancos Centrales para controlar la inflación y mantenerla acotada. Esto puede mermar el consumo y crecimiento económico también, sin mencionar las capacidades de ahorro, los créditos y las inversiones de todos.
Sin embargo, también se puede combatir a escalas grandes y pequeñas. En términos de macroeconomía lo ideal es el impulso de la competencia económica, de este modo es posible que los precios bajen, la calidad de los bienes y servicios aumente, o una combinación de ambas. Por otro lado, desde el ángulo de las finanzas personales es importante continuar equilibrando los presupuestos del hogar para no “quedar cortos”. La planeación a largo plazo es fundamental para el logro de metas financieras y constante estabilidad.
Además, también es recomendable invertir una parte del ingreso mensual, o bien, un porcentaje del ahorro establecido en instrumentos financieros cuyo rendimiento sea mayor al porcentaje de inflación anual.
No obstante, es importante recordar que la inflación controlada es una condición necesaria para la estabilidad macroeconómica de un país, por lo que es imposible frenarla, si es que en algún momento alguien se lo preguntó. Lo más recomendable ante este factor es como siempre, la planeación financiera y permitir que el patrimonio económico creado siga creciendo. De este modo será posible convertir la inflación en un aliado para nuestros bolsillos.
